Más temprano que tarde.

Lo mejor lo regalamos y nos gusta también así. Yo te hablé sin decir nada, y nos fuimos de ahí. No preguntes donde vamos, no sabría que decir. 

Te pago con la canción de siempre.

Sin vos y llegó septiembre.

 No volvimos a hablar desde aquel sábado donde todo se terminó. Quizás se había terminado todo antes, pero en caso de que haya sido así, yo no lo noté, pasa que estaba medio embalado. Tengo que decirte que no esperaba que pasara lo que pasó, o mejor dicho, que no pasara nada de nada.

De algún modo escribo esto para despedirme, no tengo mucho más para decirte, ya sabés todo. Después lo evidente y lo obvio es así ¿Para qué agregar más palabras? Quizás lo único bueno que tenga todo esto, es que el final es mejor aún, ¿No te parece? Algo que nunca sucedió, no sucedió pero del todo, porque no pasó absolutamente nada de nada. 

De igual manera, siempre seré agradecido a lo que me haya topado con vos, a todos los momentos que pasamos, a los mejores y a los no tanto, así y todo, siempre preferiré quedarme con lo bueno, porque con vos siempre hice muchas excepciones y esta es una más.

¿Qué le vas a hacer?

De acá a Júpiter.

 Volviste. Podría decirse así, aunque en realidad no es un estado, ni un lugar, ni nada. Quizás el tiempo en este caso ha sido bueno conmigo, porque mezcló muchos recuerdos y situaciones, entonces todo se vuelve un torbellino y no logro recordar con claridad, lo que también me resulta raro es porqué me pasa esto con vos, no debería, pero me pasa. 

Así que no me quedó otra que empezar a desempolvar recuerdos, y esos recuerdos por suerte o por desgracia están escritos y todavía existen. Y acá es donde me siento el rufián de la historia, aunque no lo sea, pero buscando cosas para recordar, encontré algo que me escribiste una vez y todavía guardo. Cuando lo leí recordé bastante, aunque no sé que habré hecho, eso no lo recuerdo. No recuerdo casi nada, es como si no hubiese estado vivo, o si no me hubiese importado, pero eso que me escribiste decía: "Me cansás, y quiero estar con vos igual". Si, así empezaba, pero lo mejor viene ahora: "Y eso que me encanta y estoy perdidamente enamorada de tu forma de ser". Y acá paro, porque cuando lo leí después de tantos años, no puedo creer como pude olvidar todo esto que me dijiste, porque para peor y conociéndote sé que hablabas en serio. Y así continuaste: "A veces necesito una persona como vos al lado, y si no la tengo creo que es porque no me lo merezco". Y acá podría hacerme la victima, pero no lo soy, creo que recuerdo la situación, pero no tengo un recuerdo de la sensación que tuve al leer eso. Creo que la parte final cierra con eso que dice: "Me encanta como pensás. Adoro tu forma de ser". En resumidas cuentas, nunca nadie me habló con tanta claridad y dijo tanto con tan pocas palabras. Ahora, un horror lo mío haberme olvidado de eso, nadie puede olvidarse de algo así, nadie debe y yo lo hice. No sé que me pasaba por esos días, ¿Cómo podía no poner más atención o simplemente reaccionar a tan bella demostración de amor? Ahora pienso y siento que tenía anticongelante en las venas en vez de sangre, porque otra justificación no tengo. 

Sé que no tengo que disculparme, con vos nunca hizo falta, y el titulo de esto también es de algo que vos me dijiste, aunque la frase completa era "Te extraño de acá a Júpiter" y hacías bien en entrañarme hasta Júpiter, porque seguro por ahí andaba. 

Será la próxima.

 

No puedo olvidarme de su amor, ah, y si todo es mentira en la próxima vida quiero volverla a ver.

Arece.

 "Creemos adivinar los sentimientos del otro, no podemos, por supuesto, nunca podremos. No tiene importancia. En realidad es la ternura la que me interesa. Ése es el don que me conmueve, que me sostiene, esta mañana, igual que todas las mañanas".

Las cosas que dijiste.

 Siempre que pienso en vos, vuelvo hasta por el principio. No sé porqué, será algún tipo de maldición o algo así. A veces algunos detalles se me pasan de largo, mientras otros aparecen y me apuñalan como aquellos días. Creo que nada de todo esto era necesario, pero, sabés... A veces recuerdo frases puntuales, que probablemente nunca olvide, y quizás nunca las olvide porque cuando las dijiste no estaba preparado para aceptarlas, ni de vos, ni de nadie. Pero hay algo bueno en todo eso, por suerte fuiste vos. Como dirían Los Pérez "Qué suerte que fue con vos...". Siempre que hablamos y no podíamos ponernos de acuerdo por no recordar del todo, cerrábamos la charla con un "andá a saber". Vos tenés la suerte o la desgracia de no acordarte, a mi me pasa lo mismo, pero al revés, con los recuerdos. Yo me acuerdo de casi todo, y adentro de ese todo, recuerdo esa tarde noche que me dijiste: "Daría mi vida porque todo fuera distinto". Hoy no tengo forma de saber si lo decías en serio, pero hay veces que me gustaría creer que esa vez... hablabas en serio. 

Fly me to the moon.

 Se me ocurrió una locura de esas intangibles, iba a regalarte la luna, (cosa que ya hicieron tantos a tantas personas) pero cuando fui hasta allá, me dijeron que ya no había más, que ya se había gastado, que ya habían regalado todas las lunas posibles de este universo. Y si, no es para menos, era de esperar, siempre he llegado tarde, no es una costumbre, es más bien una condena. Y ahora estoy acá, y no sé que puedo regalarte. Mi vida no creo que te sirva, aunque por ahí si. Vaya uno a saber. Capaz querés eso. Y quizás lo tengas. 

Debilidad.

 Es algo contra lo que no podés luchar, es ir contra la corriente de tus deseos. Y a mi no me sale, nunca me salió, pero siempre es con vos, siempre fue con vos y hasta el día en que yo me muera, siempre será con vos. Te dije hace poco que a eso yo no lo elegí, ni a eso, ni a nada de lo que con vos me pasa. Llamalo azar, suerte, marchanta, lo que sea. Aunque confieso que si me dieran a elegir entre muchas, o pocas, o nadie o ninguna, de cualquier forma, me las arreglaría para seguir eligiéndote a vos. 

No sé si te lo dije hoy, pero estás hermosa, como ayer, como mañana, como el día en que nos conocimos.

Cuando...

 Esto es bastante sencillo de graficar, diría que es algo muy fácil. Lo que si, no se si puedo explicar el porqué, pero eso no importa. 

Otra vez volvió a pasar y ya lo sabía... Qué cosa magnifica cuando te reís. 

(Casi) Todo el tiempo.

 Te aseguro que trato de encontrarle una razón, más no sea por el hecho de iniciar un final, porque creo que es lo que corresponde. Ya te dije una vez, cuando hablamos, algo acerca del agua bajo el puente y todo eso decoroso para que algunas verdades no duelan tanto. Pero si estoy acá de nuevo, es porque no puedo parar de pensar en vos, y juro que lo intento, pero aún así cuando me encuentro distraído, así de la nada ¡pum! me acuerdo de nuevo. Y no logro desprenderme, no importa cuanto me esfuerce, es inútil. No logro hacerlo. Te confieso que la mayor parte del tiempo me la paso pensando en vos mientras hago otras cosas, como eso que dicen que se llama "tratar de existir" y si en algún momento llega a pasarme de no pensarte, es porque estoy dormido y ahí quizás sea mucho peor, porque ahí te sueño.  

Flojo de papeles.

 No iba a escribirte, por eso nunca lo hice en todos esos años y quizás no lo hice porque no era necesario o no te necesitaba. O quizás si te necesitaba y no lo sabía, aunque hubiese sido bastante difícil hablar con vos en años anteriores, de eso podés estar segura.

De cualquier manera siempre que me acordaba, me paraba a pensar un rato y deseaba que donde sea que estés, estés bien y nada más. Después el tiempo hizo lo suyo, como lo hace siempre y como debió hacerlo.

Verte bailar.

 A cierta edad, algunos momentos te esperan para mostrarte una cosa. Algo que no viste, que no conocías que jamás sentiste. Porque no sé si sabés que aunque no lo esperes, siempre estás a la vera de algo desconocido. Pensaba que a esta altura de mi vida y con todos los años que cargo ya no me quedaba mucho por ver, ni por disfrutar ni por aprender, aunque más de alguna vez sospeché de estar equivocado. Y claro que lo estaba, porque aunque puedo decir que en este momento nada podría sorprenderme, algo me sorprendió y eso fue cuando te vi bailar, después de eso no sé, no hay más nada, no me acuerdo. De hecho, después de salir del shock, te diría que estoy escribiendo esto desde el más allá. 

Martes.

Tus noches cansadas son mis tardes por venir. El día nos encuentra en momentos de distintos a opuestos, provocándonos esta sensación de desencuentro. Es un tipo de distancia que no conocía.

Me gustaría que todo fuera más atemporal, menos concreto. Me gustaría al menos que estemos separados como si estuviéramos juntos. Me gustaría ahora mismo irme a dormir con vos.

Sanseacabó

 Entraste así como si nada, como si fueras la dueña del mundo. Mucho tiempo después lo supe, y si, un poco lo eras. Ahí es donde me di cuenta que la vida para algunos momentos debiera tener un botón para poner pausa, y claro que si, que debe tenerlo, pero por ahora nadie lo ha inventado. La última cosa que puedo decirte, es que ojalá, hubieses vuelto hace no menos de siete años. Porque aunque nunca es tarde y hoy no lo es tampoco, diría que como para empezar, estamos demorados.

14 de julio de algún año ya pasado.

 Te escribo ahora y no antes y sin sentido aparente, ya que nada me recuerda a vos, ya no sos un recuerdo, ni siquiera te pienso o te sueño, creo que me olvidé por completo, pero viste como son las casualidades, las mismas que esa vez nos cruzaron en tantas palabras, otra vez tienen que ver con esto, y esta vez es para que yo encuentre esa carta, la relea y sienta que te debo una nueva respuesta, respuesta que no creo que requieras, pero algo me empuja a responderte.

Vuelvo a ver todos los errores gramaticales, como aquella vez, y otra vez vuelven a no importarme. Es que esa carta era la adecuada, la perfecta, la necesaria para ese día para ese momento, para que todas las cosas se acomodaran solas. Hoy, ya muchísimos años después cada palabra que leo me vuelve a ese día, donde quizás todo fue perfecto, pero ni así me di la chance de disfrutar, de ahí nacen mis ganas de disculparme, porque se que vos si lo disfrutaste, y más disfrutaste aquella exacta y temporal respuesta, que nada tiene que ver con esta.

SSS.

 Hace 10 años que te conocí, la primera frase que me dijiste que recuerdo era que "Todos somos accidentes esperando a suceder", nunca la entendí del todo, quizá hasta ayer. Las consecuencias, las personas, y todo está hecho en un engrane poético y vos eras el eje de uno de tantos, me ayudaste a comprender que dos personas pueden tener una noche buena, o una tarde, o una mañana, o algo. La gente está para eso.

No te puedo engañar.

 Sigo creyendo que los finales felices no existen, simplemente existen momentos felices, que si uno termina de contar la historia basándose en ese segundo donde la felicidad es absoluta, solo de esa manera se considera final feliz, pero la historia sigue y uno, o todos, terminamos viendo crecer el pasto desde abajo, y ese es el verdadero final, y de feliz no tiene nada.

Quién diría.

Nunca, nunca jamás morí de amor, pero hoy me di cuenta de que esta, es la última vida que me queda.

Hoy (Ayer o hace un rato).

Pensé "Voy a ir y voy a hablarle" de hoy no va a pasar, y casi que no pasa. Pero vos tenías otros planes y apenas me viste y apenas te saludé me miraste, te sonreíste y me dijiste "Viniste más canchero hoy". Chau. ¿Por qué? ¿Qué tenía de distinto a los días anteriores? ¿Estaba nervioso? ¿Sonreía demasiado? ¿Te quise llevar puesta y te diste cuenta enseguida? Creo que tenía un plan pero ya no iba a salirme, estaba completamente abortado, porque ahora estábamos a mano, mano a mano, mejor dicho. Y empezamos a reírnos, de cualquier cosa. Y nos pusimos a hablar de un montón de cosas sin sentido. Me contaste que no te gustaban las naranjas ¡¿Cómo no te van a gustar las naranjas?! y yo te dije que era una de las mejores frutas del mundo, aunque no tenía pruebas, pero como a mi me gustan, de seguro que así es. Y aproveché para decirte otras cosas, pero me puse nervioso cuando busqué tu mirada y vos me mirabas concentrada y ya no supe más que hacer para no enredarme con lo que te estaba diciendo, pero eso no fue lo mejor, lo mejor fue ver como sonreías. Si, eso fue lo mejor. Por cierto ¿Cómo era que te llamabas?. 

Posdata.

Hay algo que no te dije, después de todo lo que te escribí, todo lo que te dije, todo lo que hablamos y lo que no... Todavía no encuentro la forma de que no me importes, de que me de igual tu existencia, de olvidarte. Ojalá está vez no sea cierto eso de "por algo será" y si es cierto, al menos espero que eso sea de una vez por todas y ya. 

Desenveruno.

Algunas veces ocurre que cuando algo está sucediendo no te das cuenta, en lo particular siempre me ha pasado y hasta de seguro me está pasando en este momento.

No voy a negar nada, nada que no sea evidente, pero ella me gustaba, algo tenía y ella lo sabía, algo tenía que me gustaba y empezó a usarlo. Recuerdo que una de las primeras frases que me dijo fue “Vos sos muy chico para mí, pero seducime igual, yo me dejo”. Supongo que ese es el inicio de la historia, de una historia que se encaminaba para ser como mínimo “algo”.

Sé que debí decir esto al principio, porque habla bien de ella. Ella es muy graciosa –supongo que lo sigue siendo– pero no solo eso, aparte de graciosa es inteligente. Para tipos como yo, ese tipo de cosas son debilidad, nos ponen en jaque, nos corren del eje, hacen que aparte de dejarnos pensado nos preguntemos muchas cosas. Y eso solo, significa que ya nos tienen, que nos atraparon. Gustos más, gustos menos ya estamos adentro. Y eso fue lo que pasó en algún febrero.

Como ya aclaré en el comienzo, jamás fui de los más lucidos para detectar “principios” quizás hoy tampoco lo sea, aunque ya más cascoteado pude reconocer algún que otro piedrazo, más no sea porque me resulta familiar.

Pero la ternura más de una vez nos nubla. Y creo que eso le pasó a quien suscribe, bah, le ha pasado muchas veces y esa fue una vez más, pero esa fue especial. Fue especial porque el universo conspiró para que dos personas se encontraran y una de esas quiera todo y la otra no supiera que quería, pero quizás quería algo.

(Que algo no ocurra, también es el destino).

Veinte (True).

Tenía la esperanza de que te acordaras, no te podías haber olvidado. Y mientras maquinaba a mil y no podía dormir, pensaba una y otra vez "¿Le habrá llegado? ¿Lo habrá visto? Ojalá lo haya leído", me conformaba con el simple hecho de que lo leyeras, no me importaba si no me respondías, pero si me respondías me iba a morir al igual que si no lo hacías, aunque prefería morirme porque lo habías hecho.

A lo mejor no es para tanto.

Es por eso que sé, que hay una parte de mi amor que te pertenecerá por siempre y para siempre, porque vos estando siempre lejos hiciste lo que nunca jamás nadie hizo por mi, ni teniéndome al lado, ni teniéndome cerca. Y esta es mi manera de poder pagártelo, aclaro, no la elegí yo.


(Y algo mejor tiene que haber).

Era en domingo.

Uno de esos, de los lindos, de los nuevos, de los buenos.

Estaba prestando atención como pocas veces en mi vida, supongo que sabía que iba a pasar algo importante, digamos que lo presentí.

Y mientras esperaba, como quien no quiere la cosa, escuché que me hablaba. Escuché que me hablaba y me dijo algo que no podré olvidar nunca jamás. Me dijo que iba a estar conmigo hasta el último día ¿Y cómo no voy a creerle? Si cumple todo lo que promete.

Hasta que te olvide.

Íbamos a vernos por primera vez después de tanto picnic y cotillón y saraza. Me amenazó con algo similar a "Te vas a enamorar de mi sonrisa, es lo mejor que tengo". Pensé en decirle que siguiera tirando promesas para que se esfumaran en el aire, pero guardé cautela. Sin embargo yo, no podía prometer nada, no tenía casi nada para dar a cambio, era 101% fé, bah ni eso, creo que era y ya. 

Pero cuando nos vimos se terminó el juguete, la historia terminó de un modo y empezó de otro para siempre, casi no hablamos o si, no lo recuerdo y es lo más raro, lo que si recuerdo a la perfección fue cuando ambos caímos en la cuenta de que nos estábamos mirando con la cabeza levemente recostada hacía uno de los lados, en silencio mientras sonreíamos y habrán pasado unos quince minutos hasta que ella reaccionó y me dijo "¿Qué?" Y cuando reaccioné lo primero que atiné a decir fue "Nada, te miraba", volvimos a sonreír y seguimos sonriendo hasta andá a saber cuándo.

Cuidame un poco.

Una vez, conocí a Jime, que en realidad se llamaba María Jimena, hija de un militar que por su trabajo había hecho que ella y todos sus hermanos vivieran recorriendo el país mientras él hacía su carrera. Aunque ella es de Mar del Plata y hoy vive ahí, y sus hermanos también y sus padres también, etcétera. 

Alguna vez fuimos amigos, porque simplemente era genial, después pasaron cosas, esas cosas que pasan siempre en la vida de las personas y ya, para qué explicar tanto, a esta altura los detalles están de más. 

Pero uno de sus hermanos tenía una banda que se llamaba "Ubuntu". Siempre me gustó creer que era por la filosofía y no por la distri de Linux. Nunca lo conocí a él, de hecho no recuerdo ni siquiera la cara (porque lo había visto en alguna foto con ella), pero si recuerdo una de las canciones y su voz, que era del EP de su banda, y como era EP le pusieron Esteban Prol, por el actor. Eso no viene al caso ahora. 

Pero la canción era (y es) hermosa, entre un montón de verdades que contiene, explotaba todo cuando cuando llegaba al estribillo y decía "Cuidame un poco, me cuesta igual que a vos y a veces un poquito más...". Siempre que voy a Mardel me acuerdo de Jime, su hermano, Ubuntu y de esa canción. 

Ningún durmiendo nunca.

Hoy hace miedo en tu calle, zumba un olor enjaulado, vuelan bajito los cuervos buscando empollar. ¿A quién le vas a rezar con tanto santo de plástico? ¿Dónde los van a meter cuando explote el panal? Hoy hace muerte en tu calle, se desperezan las sombras, este pantano que nadie se atreve a cruzar. En esta tierra de nadie, los nadies se arrancan los ojos y los cerdos se empachan con tuertos a la parrilla.

Y si.

 El desamor es un gran negocio, solo que casi nadie se ha dado cuenta.

Nothing on you.

Hay veces que ni siquiera vas a tener chances con la más linda del barrio, porque la vida es así, pero alguna que otra vez va a ocurrir que si, que vas a tener una chance, aunque andes en alpargatas ¿Por qué? Nadie lo sabe, llámalo suerte o azar. Eso sí, pobre de vos que no aproveches.

AQMDG.

Viernes. 11:19 am. Era hora de empezar el viaje. 11 días después de haber vuelto. Tenía que hacerlo, creo que se lo debía y me lo debía. Alguien tiene que saberlo, no puede ser que esto haya quedado entre nosotros solamente, pensé.

Alguien iba a decir en algún lado "A mi me pasó algo parecido", no podía quedar donde quedó. Pero a la vez no terminaba ahí y a eso no lo sabía. Lo supe 10 días después. 

Lo que vino luego no lo imaginaba, aunque por algún momento lo deseé, pero jamás me hubiese imaginado que iba a pasar como pasó. 

Fue tan lindo todo, porque quizás ni siquiera pasó, sino que continuó y lo del medio no fue más que un salto temporal. Pero a eso, te lo cuento otro día.

Milwaukee.

"Mal puerto, mami", le dije, "siempre que viajo, vuelvo solo". 
En quince minutos salía un tren de Constitución y yo no estaba tan lejos.

No robarás.

Tu voz, algo tiene que me vuelve vulnerable y una mitad me derrito mientras la otra mitad me muero, o parecido.

Hay algo que siempre voy a rescatar (y cada vez que lo recuerdo, me quedaba pensando un rato largo en vos) y eso fue tu manera, todo lo que hiciste. Lo que pasó antes. Una vez peleando nos dijimos muchas cosas que no eran malas, pero tampoco eran buenas. Era una discusión que no tenía mucho sentido. La cuestión era porque ambos teníamos una teoría de que uno quería más que el otro, no recuerdo mis fundamentos. Pero si sé que vos me querías más y lo sé por todo lo que hacías. 

En tu lugar no lo hubiese podido hacer, no me hubiese salido, no me hubiese dado "maña". Pero vos si lo hiciste y lo pudiste hacer, porque muchas cosas fueron a tu modo. Y todo lo que "funcionó" fue más mérito tuyo que mío. 

Ya sabés, ya te lo dije, me resistí todo el tiempo (ah si, y te odiaba, no olvidemos eso). Pero llegó ese día o esa noche que me cayó la ficha. Me encantabas ¿Y que hacía yo ahora? Aparte no había hecho mucho, es como vos dijiste una vez "Yo te busqué a vos" y así fue, y me encontraste. Quizás no debió ser así, pero simplemente ocurrió.

"Tu así".

Una madrugada de esas, donde te ponés a hablar con alguien. Si, justo eso, estaba hablando con "alguien", hablábamos de distintas personas a la vez, pero la conclusión fue esa, "Todas las personas tenemos a alguien así, las mujeres tienen alguien así, los hombres tienen a alguien así. Bueno, ella es tu así". 

Y no puedo escribirlo de otra manera, porque no me sale. Pero si, claro, ella es "Mi así". 

El cumpleaños de B.

No sé porqué los recuerdos empiezan desde ahí, desde ese día. Algo se había activado, faltaban siete días para que intentaran apuñalarme con una tijera de esas que sirven para cortar tela. Linda tijera, por cierto, pero ahora no viene al caso. 

Pero por alguna extraña razón ese día, me desperté como en el aire, quizás sea por eso que los recuerdos se basan desde esa mañana y empiezan desde ahí. Por empezar, ese día me desperté y lo primero que pensé fue "Tengo que escribir" hacía mil años que no lo hacía, creo que había sido antes de mi funeral, pero ese día fue raro, tenía que escribir. No sé porqué, algo había nacido, de nuevo. 

Era el cumpleaños de B, tenía que escribirle y obviamente lo iba a hacer, ya habíamos hablado hace como una semana de otro tema, pero ahora tenía que escribirle otra vez, para que como tantos años anteriores supiera que yo todavía estaba vivo y me acordaba y nos riamos un rato de alguna cosa, hasta el otro día y luego esperar al año siguiente. 

Y por suerte estaba vivo y por suerte hicimos nuestro ritual. 

Sabía que ibas a venir © , Todos los derechos reservados. Diseñado por mi, claro Gracias por leer