4 am, madrugada.

 Tenía que ser así ¿No? quizás las mejores cosas suceden las madrugadas de los días de semana. Sucedieron siempre, sucedió esa vez que me invitaste a dormir y empezó todo, creo que era algún octubre o diciembre. 

Y si un día se termina y no hay nada más que hablar, no me olvides ni me dejes de olvidar. 

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