Cuando...

 Esto es bastante sencillo de graficar, diría que es algo muy fácil. Lo que si, no se si puedo explicar el porqué, pero eso no importa. 

Otra vez volvió a pasar y ya lo sabía... Qué cosa magnifica cuando te reís. 

(Casi) Todo el tiempo.

 Te aseguro que trato de encontrarle una razón, más no sea por el hecho de iniciar un final, porque creo que es lo que corresponde. Ya te dije una vez, cuando hablamos, algo acerca del agua bajo el puente y todo eso decoroso para que algunas verdades no duelan tanto. Pero si estoy acá de nuevo, es porque no puedo parar de pensar en vos, y juro que lo intento, pero aún así cuando me encuentro distraído, así de la nada ¡pum! me acuerdo de nuevo. Y no logro desprenderme, no importa cuanto me esfuerce, es inútil. No logro hacerlo. Te confieso que la mayor parte del tiempo me la paso pensando en vos mientras hago otras cosas, como eso que dicen que se llama "tratar de existir" y si en algún momento llega a pasarme de no pensarte, es porque estoy dormido y ahí quizás sea mucho peor, porque ahí te sueño.  

Flojo de papeles.

 No iba a escribirte, por eso nunca lo hice en todos esos años y quizás no lo hice porque no era necesario o no te necesitaba. O quizás si te necesitaba y no lo sabía, aunque hubiese sido bastante difícil hablar con vos en años anteriores, de eso podés estar segura.

De cualquier manera siempre que me acordaba, me paraba a pensar un rato y deseaba que donde sea que estés, estés bien y nada más. Después el tiempo hizo lo suyo, como lo hace siempre y como debió hacerlo.

Verte bailar.

 A cierta edad, algunos momentos te esperan para mostrarte una cosa. Algo que no viste, que no conocías que jamás sentiste. Porque no sé si sabés que aunque no lo esperes, siempre estás a la vera de algo desconocido. Pensaba que a esta altura de mi vida y con todos los años que cargo ya no me quedaba mucho por ver, ni por disfrutar ni por aprender, aunque más de alguna vez sospeché de estar equivocado. Y claro que lo estaba, porque aunque puedo decir que en este momento nada podría sorprenderme, algo me sorprendió y eso fue cuando te vi bailar, después de eso no sé, no hay más nada, no me acuerdo. De hecho, después de salir del shock, te diría que estoy escribiendo esto desde el más allá. 

Martes.

Tus noches cansadas son mis tardes por venir. El día nos encuentra en momentos de distintos a opuestos, provocándonos esta sensación de desencuentro. Es un tipo de distancia que no conocía.

Me gustaría que todo fuera más atemporal, menos concreto. Me gustaría al menos que estemos separados como si estuviéramos juntos. Me gustaría ahora mismo irme a dormir con vos.

Sanseacabó

 Entraste así como si nada, como si fueras la dueña del mundo. Mucho tiempo después lo supe, y si, un poco lo eras. Ahí es donde me di cuenta que la vida para algunos momentos debiera tener un botón para poner pausa, y claro que si, que debe tenerlo, pero por ahora nadie lo ha inventado. La última cosa que puedo decirte, es que ojalá, hubieses vuelto hace no menos de siete años. Porque aunque nunca es tarde y hoy no lo es tampoco, diría que como para empezar, estamos demorados.

14 de julio de algún año ya pasado.

 Te escribo ahora y no antes y sin sentido aparente, ya que nada me recuerda a vos, ya no sos un recuerdo, ni siquiera te pienso o te sueño, creo que me olvidé por completo, pero viste como son las casualidades, las mismas que esa vez nos cruzaron en tantas palabras, otra vez tienen que ver con esto, y esta vez es para que yo encuentre esa carta, la relea y sienta que te debo una nueva respuesta, respuesta que no creo que requieras, pero algo me empuja a responderte.

Vuelvo a ver todos los errores gramaticales, como aquella vez, y otra vez vuelven a no importarme. Es que esa carta era la adecuada, la perfecta, la necesaria para ese día para ese momento, para que todas las cosas se acomodaran solas. Hoy, ya muchísimos años después cada palabra que leo me vuelve a ese día, donde quizás todo fue perfecto, pero ni así me di la chance de disfrutar, de ahí nacen mis ganas de disculparme, porque se que vos si lo disfrutaste, y más disfrutaste aquella exacta y temporal respuesta, que nada tiene que ver con esta.

SSS.

 Hace 10 años que te conocí, la primera frase que me dijiste que recuerdo era que "Todos somos accidentes esperando a suceder", nunca la entendí del todo, quizá hasta ayer. Las consecuencias, las personas, y todo está hecho en un engrane poético y vos eras el eje de uno de tantos, me ayudaste a comprender que dos personas pueden tener una noche buena, o una tarde, o una mañana, o algo. La gente está para eso.

No te puedo engañar.

 Sigo creyendo que los finales felices no existen, simplemente existen momentos felices, que si uno termina de contar la historia basándose en ese segundo donde la felicidad es absoluta, solo de esa manera se considera final feliz, pero la historia sigue y uno, o todos, terminamos viendo crecer el pasto desde abajo, y ese es el verdadero final, y de feliz no tiene nada.

Quién diría.

Nunca, nunca jamás morí de amor, pero hoy me di cuenta de que esta, es la última vida que me queda.

Hoy (Ayer o hace un rato).

Pensé "Voy a ir y voy a hablarle" de hoy no va a pasar, y casi que no pasa. Pero vos tenías otros planes y apenas me viste y apenas te saludé me miraste, te sonreíste y me dijiste "Viniste más canchero hoy". Chau. ¿Por qué? ¿Qué tenía de distinto a los días anteriores? ¿Estaba nervioso? ¿Sonreía demasiado? ¿Te quise llevar puesta y te diste cuenta enseguida? Creo que tenía un plan pero ya no iba a salirme, estaba completamente abortado, porque ahora estábamos a mano, mano a mano, mejor dicho. Y empezamos a reírnos, de cualquier cosa. Y nos pusimos a hablar de un montón de cosas sin sentido. Me contaste que no te gustaban las naranjas ¡¿Cómo no te van a gustar las naranjas?! y yo te dije que era una de las mejores frutas del mundo, aunque no tenía pruebas, pero como a mi me gustan, de seguro que así es. Y aproveché para decirte otras cosas, pero me puse nervioso cuando busqué tu mirada y vos me mirabas concentrada y ya no supe más que hacer para no enredarme con lo que te estaba diciendo, pero eso no fue lo mejor, lo mejor fue ver como sonreías. Si, eso fue lo mejor. Por cierto ¿Cómo era que te llamabas?. 
Sabía que ibas a venir © , Todos los derechos reservados. Diseñado por mi, claro Gracias por leer